sábado, 15 de febrero de 2014

Fidelidad, significados y valores de éxito.



Hablamos de Liderazgo, excelencia, de parámetros de medida de aquéllas palabras de las que creemos conocer su significado. El auténtico significado de las mismas.
Leémos sobre aquéllos que creemos son “excelentes”, de los que crean corrientes a imitar, a seguir.
Debatimos sobre las ideas que algunos pretender despertar en nosotros, que inciden directamente en “nuestra manera de pensar”, en la manera en la que entendemos el verdadero significado de lo que creemos.

Y con todo lo anterior, más miles de interacciones que orientan nuestras creencias, formamos una idea. La cual no es fija, evoluciona, retroalimantándose continamente por los mismos medios que causaron su nacimiento y formación.

Yo quiero hablar de deslealtad. Para mí, un síntoma imperdonable que te condena a cadena perpetua, que ni tratándose de una estafa millonaria por alguien “bien posicionado” en el panorama político-financiero de este, todavía país, llamado España, pudiera salvarse de ella. Espero que con este ejemplo, entendáis mi preocupación por el asunto.

Hay que tener ambición, ser proactivo, con adaptabilidad y autoestima, pero jamás hay que dejar de ser FIEL. Para mí, la mayor cualidad de alguien, con el que se cuenta.
Contar, es saber que estará ahí, que os necesitáis.
La necesidad no es nunca para hoy, siempre deberá ser para hoy y mañana, y así se deberá indicar a quiénes esperamos que nos sean fieles. Ya que, la deslealtad no se perdona, pero la fidelidad se cultiva y se devuelve.

Por lo que con los dos párrafos anteriores, describo mi significado de las cosas.


La LEALTAD y la EXCELENCIA son un tándem que hacen a alguien verdaderamente valioso, poco frecuente…Alguien a quien CUIDAR.
Ayer leía en una revista, una entrevista a Richard Branson (Presidente de Virgin Group), en la que relacionado con las CLAVES DE ÉXITO, decía: “Primero, los empleados, luego los clientes, y después los inversores”. No sé si es la escala de prioridades más empleada o no…
Y yo digo, una vez que nos centramos en los empleados, ¿habrá que enfocarnos en la persona? ¿Son todos iguales? ¿Qué motivaciones y carencias tienen? ¿Quiénes son los EXCELENTES para estas tareas y responsabilidades? ¿Qué nos ofrecen y qué podemos ofrecerles? ¿Quiénes nos son FIELES y dónde podrán intentar alcanzar la EXCELENCIA?

Coge a tu fiel y leal, pero incompetente empleado, miembro de tu equipo y colaborador, he intenta que su fidelidad pueda salvarle, siempre y cuando el significado que él encuentra en ella, sea el verdadero. Pero no vaciles con la deslealtad e incompetencia. Parece fácil e incluso razonable, salgan y vean.
 
Manuel Sánchez Núñez / www.manuelsanchez.biz