miércoles, 20 de agosto de 2014

PMO: En el mundo de las siglas

Vivimos en el mundo de las siglas y muchas veces nos perdemos en el significado de las cosas, en los objetivos que persiguen y en las maneras de llamar por algo…
¿Por qué ahora mucha gente habla de PMO’s, PMP’s, ISO 21500, PRINCE2, IPMA, Metodologías ágiles…? ¿Por qué ahora se cuestionan los modelos clásicos, que en muchas ocasiones son la ausencia de modelos? Porque, posiblemente, ahora se comienza a hablar de qué es un proyecto y el éxito del mismo si se nutre desde una metodología, guía y/o estandarización de procesos…Y es que como todo en la vida, todo llega.
Y aunque muchos ya veíamos esto llegar y como casi todo en nuestra cultura, todo puede ser eternamente cuestionado...¿Cómo nos cuesta tanto ponernos de acuerdo en algo que seguir o a veces a quién seguir? En fin, esto lo dejo para la reflexión…

¿Qué es una PMO? Pues, no sabría si ir a Google a ver qué me encuentro, pero siendo fiel a mí mismo, diría que no es ni más ni menos que el corazón del origen y destino del cómo queremos organizarnos, con el objetivo de afianzar la eficacia y eficiencia de nuestra organización, alineada con la estrategia de la gerencia…. Ahí lo dejo.
Pero es mucho más que eso:
  • La orientación a futuro de toda la organización, porque no nos engañemos, hoy día en casi todas las organizaciones hay proyectos y casi todo el empeño en la consecución de la mejora continua, pasa por entender cómo funcionar con y por proyectos. Independientemente que nos podamos organizar de manera funcional y/o matricial.
  • El alineamiento de los recursos humanos y su sentimiento de utilidad, la ausencia de desamparo y el sentimiento de unidad ante la consecución de un objetivo común.
  • El poder ver de manera tangible la evolución de una empresa, el aflore de mejoras de procesos y el cuestionarse las causas y estudio de soluciones de mejora.
  • La estrategia pura de una empresa, el código genético de sus posibilidades.
  • La estandarización de los procesos que suman y se enlazan para alcanzar las metas propuestas, la rapidez de crecimiento de una organización que ya no nace en cada tarea, en cada proyecto.
En fin, aquello que para muchos hace años, sabíamos que era el camino correcto y no entendíamos otra manera de ver cómo mejorar, sino comenzamos a cuestionarnos cómo comenzar sólo una vez.
¿Tenemos que parar otra vez y volver a hacer camino?

sábado, 15 de febrero de 2014

Fidelidad, significados y valores de éxito.



Hablamos de Liderazgo, excelencia, de parámetros de medida de aquéllas palabras de las que creemos conocer su significado. El auténtico significado de las mismas.
Leémos sobre aquéllos que creemos son “excelentes”, de los que crean corrientes a imitar, a seguir.
Debatimos sobre las ideas que algunos pretender despertar en nosotros, que inciden directamente en “nuestra manera de pensar”, en la manera en la que entendemos el verdadero significado de lo que creemos.

Y con todo lo anterior, más miles de interacciones que orientan nuestras creencias, formamos una idea. La cual no es fija, evoluciona, retroalimantándose continamente por los mismos medios que causaron su nacimiento y formación.

Yo quiero hablar de deslealtad. Para mí, un síntoma imperdonable que te condena a cadena perpetua, que ni tratándose de una estafa millonaria por alguien “bien posicionado” en el panorama político-financiero de este, todavía país, llamado España, pudiera salvarse de ella. Espero que con este ejemplo, entendáis mi preocupación por el asunto.

Hay que tener ambición, ser proactivo, con adaptabilidad y autoestima, pero jamás hay que dejar de ser FIEL. Para mí, la mayor cualidad de alguien, con el que se cuenta.
Contar, es saber que estará ahí, que os necesitáis.
La necesidad no es nunca para hoy, siempre deberá ser para hoy y mañana, y así se deberá indicar a quiénes esperamos que nos sean fieles. Ya que, la deslealtad no se perdona, pero la fidelidad se cultiva y se devuelve.

Por lo que con los dos párrafos anteriores, describo mi significado de las cosas.


La LEALTAD y la EXCELENCIA son un tándem que hacen a alguien verdaderamente valioso, poco frecuente…Alguien a quien CUIDAR.
Ayer leía en una revista, una entrevista a Richard Branson (Presidente de Virgin Group), en la que relacionado con las CLAVES DE ÉXITO, decía: “Primero, los empleados, luego los clientes, y después los inversores”. No sé si es la escala de prioridades más empleada o no…
Y yo digo, una vez que nos centramos en los empleados, ¿habrá que enfocarnos en la persona? ¿Son todos iguales? ¿Qué motivaciones y carencias tienen? ¿Quiénes son los EXCELENTES para estas tareas y responsabilidades? ¿Qué nos ofrecen y qué podemos ofrecerles? ¿Quiénes nos son FIELES y dónde podrán intentar alcanzar la EXCELENCIA?

Coge a tu fiel y leal, pero incompetente empleado, miembro de tu equipo y colaborador, he intenta que su fidelidad pueda salvarle, siempre y cuando el significado que él encuentra en ella, sea el verdadero. Pero no vaciles con la deslealtad e incompetencia. Parece fácil e incluso razonable, salgan y vean.

jueves, 2 de enero de 2014

Liderazgo y Excelencia. Las personas.

En la entrega anterior sentamos ciertas bases sobre Liderazgo, su diferencia en relación a lo que llamamos "gestión" y la necesidad de la existencia de dichas diferencias. Además de su relación con la Excelencia.

Ahora, sirviéndonos de unas notas que tengo del libro de Jo Owen, "How to lead", y que he vuelto a rescatar, daremos algunas pinceladas sobre el enfoque del liderazgo en las personas, y mis pequeños cometarios, incertidumbres y curiosidades, que se despiertan de tan apasionante campo, lleno de habilidades y subjetivas opiniones....

En este momento, acabo de poner el título a la entrada, y me ha resultado algo graciosa..."Las personas".¿Quien soy yo para hablar de las personas? Bueno, pues eso.

Lo esencial para poder conocer a las personas, es tener un conocimiento realista y extenso de tí mismo. Sin ello, jamás podrás tener éxito en la "influencia" a las personas de tu alrededor y en la capacidad de evaluar cómo interrelacionar con ellas.

Un buen líder, de manera innata sabe fabricar el "style compass" de cada individuo a tiempo real, con el objetivo de ver qué vectores son los interesantes de cada individuo, sobre qué patrón interesa evaluar de manera concreta y qué buscar para complementar. Encontrar el balance de un equipo, por ejemplo, para un objetivo concreto.

Pero, ¿qué ocurre cuando el número de personas crece? En ese momento, no podemos enfocarnos en todas a la vez. tenemos que ir centrándonos en órdenes de prioridad. Debemos enfocarnos en la persona que es prioritaria, y esa prioridad la marca el nivel, capacidad y/o poder de influencia en función de la consecución del objetivo planteado o a plantear.



Así de fácil....pero, ¿qué se espera de nosotros? Mi respuesta es, más de lo que nosotros exigimos y esperamos de los demás. Así debe ser, los líderes emergentes deben/debemos dar y saber esperar. Influenciar conociendo las necesidades y demandas de los demás, por encima de  nuestras ideas y ser pacientes con nuestras propias necesidades.

En la siguiente entrega preparamos algunos comentarios relacionados con esto último, voy a dejar unas notas sobre habilidades del líder emergente, que me he quedado sin tiempo, el poco que puedo dedicar a este pequeño espacio, que espero, no caiga en el olvido.

Un abrazo a todos y feliz año¡¡¡
 
Manuel Sánchez Núñez / www.manuelsanchez.biz